El Tabernáculo Evangélico
Cristiana es una iglesia independiente, no denominacional, dirigida por la autoridad de
las Sagradas Escrituras a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (Yeshua
Ha-Mashíaj).
Somos una pequeña congregación de
creyentes
llamados
afuera, (ekklesia) que Dios ha llamado para sí mismo para ser su pueblo.
1ª Pedro 2:9-10
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
Que junto con otros creyentes, alrededor del mundo, los cuales han sido también
"llamados de las tinieblas a su luz
admirable", forman la Iglesia Universal de Dios a través de Jesús.
Venimos a adorarlo como en Juan 4:23-24
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca
que le adoren. 24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y
en verdad es necesario que adoren.”
También hablamos a otros acerca e Él, Mateo 28:19-20
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Solamente nos jactamos en el sacrificio de
Jesucristo en su muerte y
resurrección, Gálatas 6:14
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.”
No nos avergonzamos del Evangelio, Romanos 1:16
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
Obedecemos las ordenanzas de ser bautizados, así como el partimiento del pan, Hechos
2:40-42
“Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos
de esta perversa generación. 41Así que, los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en
el partimiento del pan y en las oraciones.”
Nos ayudarnos unos a otros a vivir para Él, Efesios 4:11-16
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12a fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, 13hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo; 14para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que
para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre
sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia
de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Los verdaderos seguidores de
Jesucristo son adoptados como hijos de Dios,
1ª Juan 3:1-3
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios;
por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es. 3Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se
purifica a sí mismo, así como él es puro.”
Así mismo son herederos de Dios por medio de Jesucristo Romanos 8:17
“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si
es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos
glorificados.”
Somos hermanos en el Señor
y buscamos la comunión con otros que tienen una fe y una práctica similar, los
cuales están en todo el mundo que forman la iglesia universal de Dios a través
de Jesucristo, que no dejan de esforzarse por mantenerse separados de la
impiedad, la mundanalidad y la herejía doctrinal.
Nuestras reuniones
son para la gloria de Dios, escudriñando y proclamando su Palabra a
través de la enseñanza de las Sagradas Escrituras, así como mediante la oración
a Él.
Cantamos
himnos para compartir
nuestro testimonio y para alabarle, darle gracias y honor. La música es
respetuosa y utilizada solamente para acompañar en armonía los himnos.
Nuestro propósito
es glorificar a Dios y crecer espiritualmente para ser fieles servidores de Su
Reino Y para estar preparados y
equipados hasta que nos llame
a su presencia.
El estudio de la Biblia
es una parte esencial de nuestra comunión, con el fin de entender más de la
voluntad de Dios para cada uno de nosotros, así como para llevar a cabo su voluntad.
Las Sagradas Escrituras
se confirman a sí mismas, siendo en ellas donde siempre buscamos la verdad y no
basándo nos en las doctrinas de los hombres, dado que dichas doctrinas son
falibles.
Los que temen a Dios en reverencia y oren con un corazón puro en verdad y en
espíritu entregándose a su autoridad, por medio de Jesucristo, Dios les revelará
su sabiduría y conocimiento para Su gloria. De esta manera sus hijos serán
colmados de grandes bendiciones.
Buscamos la verdad
para darla a conocer y estar firmemente arraigados en Él, por lo que cualquier
herejía en doctrinas que a veces pueden pasar desapercibidas será llevada a la
luz y al descubierto, para que no seamos engañados.
No somos perfectos
porque sólo Jesucristo es perfecto, pero nos esforzamos por agradar a Dios mediante
el estudio de su Palabra y la oración, sabemos que Él nos dará su fuerza y
sabiduría a través de la morada del Espíritu Santo para poner en práctica su
Palabra en nuestra vida cotidiana.
Estamos viviendo en los últimos tiempos,
y nuestra fe será puesta a prueba hasta el límite, por eso tenemos que ser
firmes y valientes con la fuerza de Dios, siempre vigilantes y en espera del
cumplimiento de la promesa de su regreso, permaneciendo fieles hasta que Él
venga.
Maranantha!
Sí, ven, Señor Jesús. Amén.
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